Megacausa Jefatura III: De militancia, secuestro y desaparición

Foto de Elena Nicolay | lA PALTA

Mientras el frío calaba hasta los huesos y todos los vecinos de Concepción dormían, a Alberto "Jony" Martínez lo llevaron secuestrado en ropa interior, envuelto en una sábana. Se lo llevaron en la madrugada personas armadas y encapuchadas. Entraron en su hogar a la fuerza, rompieron su puerta y amenazaron a su hermana Clotilde. Esa misma secuencia se repitió en la casa de su novia Noemí Ramírez, o "Mimí" como su familia la llamaba.

Jony tenía 20 años y trabajaba en una fábrica de alpargatas. Horas antes de ser secuestrado el 21 de julio de 1976, él y su hermana, Clotilde Martínez, vieron pasar un auto frente a su casa. Lo estaban vigilando.

Dos años antes había egresado de la escuela Técnica de Concepción, era delegado del centro de estudiantes y militaba en la Juventud Peronista. Allí conoció el amor junto a Mimí y la militancia los unió aún más. Ambos luchaban por el comedor y el boleto estudiantil. "Yo creo que luchar por los demás no es un delito. Luchar por los demás es un orgullo. Si mi hermano tenía que traer a alguien a casa a comer, lo traía. Daba su ropa para que puedan ir a la escuela", dice Clotilde en la sala de audiencias.

"Váyase, señora. Acá no hay nadie con ese nombre", le decían a la mamá de Jony en cada lugar al que iba buscando a su hijo. Jony estuvo secuestrado en Famaillá, en el ex ingenio Nueva Baviera. "A mi hermano lo mataron ahí, él cavó su propia fosa", cuenta su hermana.

Cuando Clotilde lo recuerda el dolor la atraviesa, su voz se quiebra y sus manos tiemblan. Cada vez que lo nombra dice que era como su hermano mellizo, eran los más chicos de la familia, y aquel 21 de julio le arrancaron una parte de su vida. "Hoy mi hermano me acompañó hasta acá. Yo no puedo moverme porque me fracturé la columna y hoy pude llegar hasta acá. Me pide por favor justicia por él", dice Clotilde y luego de contar toda la historia de su hermano, deja caer su espalda en la silla de la sala y las lágrimas que la acompañaron por todos estos años aparecen.

Foto de Elena Nicolay | lA PALTA

La noche del horror

Mimí también estuvo secuestrada en el ex ingenio Nueva Baviera. Al día siguiente de su secuestro, la mamá de Mimí fue a una base militar en Concepción. Hizo la denuncia y un militar le dijo que ellos no sabían nada y que no tenían conocimiento de ningún "procedimiento". "Lo que sí pudimos comprobar fue que todo el mundo tuvo conocimiento de lo que había ocurrido", dice Jorge Ramírez, hermano y compañero de secundaria de Jony Martínez.

Esa noche otros compañeros y amigos de Mimí y Jony, fueron secuestrados. Hugo Ojeda y Daniel Merchán, son algunos de los nombres que se escuchan en la sala. También formaban parte del centro de estudiantes y militaban en la Juventud Peronista. Todos buscaban un poco de justicia social y bregaban por los derechos de los estudiantes. Eran jóvenes con sueños, deseos y anhelos. “Tengo la esperanza de que en el Pozo de Vargas haya algo”, dice Jorge. Allí fueron encontrados, hace unos años, los restos de Jony.

Mimí, Hugo y Daniel continúan desaparecidos.

Meses después, en agosto de 1965, secuestraron a Juan Ángel Nughes en la localidad de Alberdi. Tenía solo 15 años, cursaba el tercer año en la escuela agrotécnica de Alberdi y militaba en la Unión de Estudiantes Secundarios (UES). Tiempo después su familia supo que Juan estuvo con vida hasta fines de ese año y que luego lo trasladaron junto a Mimí Ramírez. Para muchos ese traslado significaba que iban a ser asesinados.

"El 23 de septiembre yo me fui a Bolivia porque todo el mundo me decía que era peligroso quedarse. En buena hora que me fui porque el 30 de ese mes me fueron a buscar", recuerda Olga Antezana, mamá de Juan. La persecución y el miedo fueron en aumento, obligándola a buscar un refugio en Suiza, donde aún vive, buscando respuestas sobre su hijo, que continúa desaparecido.