“Zerda es el único y verdadero culpable del suicidio de Karla”
/Foto: Marianela Jerez | La Palta
“Mi hija fue abandonada por el Estado en 2022. Hoy es tarde, porque ella no está”, dijo Mirta Jiménez , madre de Karla Robles . La joven había denunciado seis veces a su expareja, Diego Zerda , por hostigamiento y amenazas. El 24 de octubre, Karla dejó la vida.
Las denuncias comenzaron en 2022. La primera fue por violencia de género, lesiones y amenazas, presentación en la Unidad Fiscal de Violencia de Género Nº 1. Como única medida, la Justicia dispuso una restricción de acercamiento que fue incumplida por Zerda. "El fiscal Augusto Zapata archivó todas las causas. Nunca nos dieron respuestas", afirmó Mirta.
“Zerda es el único y verdadero culpable del suicidio de Karla”, sostuvo el abogado de la familia, Augusto Avellaneda . Según relató, la joven de 27 años intentó rehacer su vida yendo al gimnasio y estudiando una carrera. Sin embargo, el acoso continuaba a través de mensajes desde distintos números. También solía esperarla en los lugares a los que ella concurría.
Una semana después de la muerte de Karla, Diego Zerda fue detenido en el Hospital Obarrio, por la Unidad Especializada de Homicidios I del Ministerio Público Fiscal (MPF). Hoy está acusado por instigación al suicidio de Karla, y amenazas simples al hermano de la joven. Según la acusación de la fiscalía, la violencia física y psicológica que Zerda ejercía sobre Robles la llevaron a quitarse la vida.
Suicidio femicida
La figura de suicidio femicida o instigación al suicidio se refiere a mujeres que son empujadas al suicidio como consecuencia del contexto sostenido de violencia de género y la falta de respuesta institucional. Según los datos del Observatorio Ahora que Sí Nos Ven, entre enero y octubre de este año se registraron ocho casos de instigación al suicidio de mujeres, lesbianas, travestis y trans, en Argentina.
Este delito prevé una pena de hasta cuatro años de prisión. En Tucumán, en 2024, la justicia encontró culpable a Gerardo Bazán de instigar al suicidio a su expareja Ana Picone. Durante las audiencias, diferentes testigos dejaron en evidencia el contexto de violencia de género en el que se encontraba inmersa. Este juicio se trató de uno de los primeros de estas características en la provincia.
"Hoy Karla debería estar viva. Se tendrían que haber activado todos los protocolos ante una denuncia por violencia de género", sostuvo Avellaneda. Mientras la causa continúa bajo investigación, familiares y amigos exigen justicia y recuerdan a Karla como una mujer emprendedora, artista, que tenía sueños y metas por cumplir.
