Edle Julve presenta La Federación, trilogía de ciencia ficción ambientada en Tucumán
/¿Te imaginás un Tucumán futurista, un lugar familiar pero extraño, las calles que has recorrido siempre, o casi siempre, o de vez en cuando, pero en un futuro lejano donde nada sea lo que es? Edle Julve sí se lo imaginó y lo hizo realidad en los tres libros que integran La Federación: El Efecto Pigmalión (2021), La Ascensión (2023) y La Caída (2025). Este jueves, a las 19, será la presentación de esta trilogía de ciencia ficción escrita por una tucumana, desde este rinconcito del noroeste argentino y con escenarios que, seguramente resultarán familiares.
El camino de Edle como escritora empezó cuando tenía 12 años, cuando José María Vera le hizo sentir que esa imaginación que la desbordaba podía tomar forma a través de las letras. El docente de literatura la animó a participar de un concurso de poesía y ese hecho fue bisagra en la vida de la escritora tucumana. “Desde entonces, la escritura se volvió una parte esencial de mi vida: una manera de darle forma y sentido a una imaginación que siempre fue muy activa, alentada por mis padres pero a menudo incomprendida por mis maestras desde el jardín”, cuenta la joven en esta entrevista.
Al tiempo de empezar a expresarse a través de la escritura, descubrió la ciencia ficción de la mano de un apasionado del género: su papá. “Escribir es, ante todo, práctica, constancia y paciencia”, dice la joven que dedica su tiempo a cultivar la imaginación como un espacio de libertad. “La inspiración es solo el principio: a la imaginación hay que nutrirla, atesorarla y hacerla crecer todos los días. Y ese crecimiento se da escribiendo, corrigiendo, aceptando errores y volviendo a intentarlo”, advierte como si se diera un consejo a sí misma. Un consejo que invita a quien tenga la inquietud de escribir a no rendirse ante las frustraciones porque, como ella misma señala, a veces las cosas no salen como esperamos, pero con disciplina las historias terminan encontrando su forma.
LP: ¿Cómo nació la idea de construir La Federación?
EJ: Al principio iba a ser un solo libro. En 2020 todavía no tenía una noción clara de cómo se estructura una novela, pero esa inexperiencia terminó siendo una fuerza creativa. Me permitió dejar que la historia hablara por sí misma y que guiara mi camino. Cuando terminé el primer libro, El Efecto Pigmalión, sentí de inmediato que todavía había mucho por contar: personajes que necesitaban seguir hablando, conflictos que pedían crecer y un mundo que reclamaba mayor profundidad.
Así fue como, casi sin proponérmelo, la historia se expandió hasta convertirse en una trilogía y en un universo narrativo mucho más amplio. Tiempo después, leyendo una entrevista a Octavia Butler, me sentí muy identificada cuando contaba que en su primera novela tampoco tenía experiencia, pero aun así avanzó. Esa perseverancia la llevó a convertirse en un ícono de la ciencia ficción. Su testimonio me hizo comprender que a veces es justamente la falta de certezas la que abre el camino hacia mundos nuevos.
LP: ¿Por qué elegiste la ciencia ficción para narrar?¿Qué temas o inquietudes personales te motivaron?
EJ: Uno de los primeros motivos que me llevó a elegir la ciencia ficción fue mi adolescencia leyendo a autores norteamericanos como Asimov, Bradbury, Connie Willis y Ursula K. Le Guin. Me fascinaba la manera en que podían explorar lo humano a través de mundos imaginarios. Al mismo tiempo, notaba que en nuestra literatura local no existía un movimiento fuerte y consolidado dentro del género. Esa ausencia me despertó una inquietud: la necesidad de aportar mi propia voz y de demostrar que la ciencia ficción también puede crecer, dialogar y enraizarse en nuestra realidad latinoamericana.
LP: ¿Por qué elegiste ambientar la trilogía en un Tucumán futurista?
EJ: Quise escribir ciencia ficción desde mi provincia, tomando como punto de partida nuestras problemáticas locales, nuestra forma de hacer política y la manera en que imaginamos —o evitamos imaginar— el futuro. Ambientarla en un Tucumán futurista fue una forma de recuperar mi propio territorio y proyectarlo hacia adelante, no solo como escenario, sino como protagonista.
También me interesaba retratar nuestra cultura: los contrastes sociales, la identidad popular, la riqueza simbólica que tienen nuestras costumbres y hasta ciertos paisajes urbanos que, aunque cotidianos, poseen una fuerza que pocas veces aparece en el género. Creo que Tucumán tiene elementos icónicos que merecen ocupar un lugar en la ciencia ficción, y esta trilogía fue mi manera de darles ese espacio y mostrar cómo podrían transformarse —o persistir— en un futuro posible.
LP: ¿Qué te gustaría que les lectores del NOA encuentren o reconozcan en este universo?
EJ: Me gustaría que quienes son de Tucumán —y del NOA en general— se encuentren con guiños que los hagan sentir en casa: lugares icónicos, nombres familiares y espacios con los que conviven todos los días, pero reimaginados en un futuro posible. Que puedan reconocer su territorio incluso transformado, y que esa mezcla de cercanía y extrañeza despierte orgullo, curiosidad y la sensación de que nuestra región también merece un lugar en los mundos imaginarios de la ciencia ficción.
LP: Mencionás que este trabajo busca fortalecer la presencia de la ciencia ficción escrita desde el norte del país. ¿Qué desafíos y oportunidades encontrás en escribir ciencia ficción desde esta región?
EJ: El primer desafío es mostrar que la ciencia ficción es un género en sí mismo, con una potencia narrativa enorme y con la capacidad de hablar de nuestra realidad desde otros ángulos. Muchas veces todavía se la percibe como un género menor o exclusivamente escapista, cuando en verdad permite explorar temas sociales, políticos y emocionales con una libertad única.
Otro desafío es romper con la formación literaria tradicional que recibimos en las aulas. Como alumna, muchas veces me sentí decepcionada por la falta de propuestas que se alejan del canon clásico nacional. Valoro profundamente esa literatura, pero también creo que sería enriquecedor abrir el horizonte hacia otros géneros, voces y posibilidades.
La oportunidad, en cambio, es inmensa: escribir ciencia ficción desde el norte del país permite sumar una mirada distinta, con nuestros propios paisajes, tensiones y formas de entender el mundo. Es una chance de ampliar el mapa literario y demostrar que desde esta región también podemos imaginar futuros poderosos.
LP: ¿Cómo dialoga tu trilogía con la tradición o la ausencia de tradición de ciencia ficción en el NOA?
EJ: En el NOA la presencia de la ciencia ficción es todavía muy limitada. Existen autorxs que vienen explorando el género, como Rafael Caro, Marco Caorlin o Celeste Carabajal en Salta y Jujuy, pero aún somos pocos quienes intentamos abrir ese camino. Tuve la oportunidad de compartir con ellxs la antología Coplas intergalácticas y otros yuyos (Kala Ediciones, 2020), que fue un primer intento colectivo de darle visibilidad al género desde nuestra región.
Mi trilogía dialoga con esa ausencia: surge del deseo de demostrar que la ciencia ficción también puede escribirse desde aquí, con nuestros paisajes, tensiones y voces. Es, de alguna manera, una forma de ampliar la tradición que falta y contribuir a que nuevas autoras y autores del NOA se animen a imaginar futuros desde su propio territorio.
LP: ¿Cómo imaginás el camino de La Federación luego de esta tercera entrega?¿Hay ideas o universos nuevos en los que estés trabajando o te gustaría explorar?
EJ: Como le ocurre a muchxs escritorxs, mi mente nunca está quieta: siempre hay historias nuevas pidiendo espacio. Más allá de la trilogía de La Federación, ya publiqué otros trabajos —The Harvest, Chain of Souls y la Antología Sci-Fi del Nuevo Mundo, donde reuní a varios autores para seguir impulsando el género en nuestra región— y cada uno abrió puertas hacia universos distintos.
Después de esta tercera entrega, me gustaría explorar esos otros mundos con mayor profundidad y también desarrollar nuevas ideas que ya están tomando forma. La ciencia ficción es un territorio inagotable, y mi intención es seguir construyendo desde allí, ampliando voces y continuando el camino que esta trilogía abrió.
LP: ¿Qué esperás que el público encuentre en la presentación? Si tuvieras que elegir una frase o concepto que sintetice el espíritu de La Federación, ¿cuál sería?
EJ: No tengo grandes expectativas más allá de disfrutar la oportunidad de conversar sobre cómo la ciencia ficción puede dialogar con nuestra realidad y nuestra cultura. Me interesa que el público descubra que el género no es solo naves y futuros lejanos, sino una herramienta poderosa para pensar quiénes somos y hacia dónde podríamos ir.
Si tuviera que elegir un concepto que sintetice el espíritu de La Federación, sería este: el ideal del bien común siempre tiene un costo, y solo cuando alguien ocupa ese lugar descubre en qué puede transformarse. La trilogía explora justamente esa tensión entre la intención noble y las consecuencias éticas y personales que implica sostener un sistema, una causa o una convicción.
La presentación de esta Trilogía será en Citá (Lamadrid 1459), este jueves a las 19. Cuando se le consulta a Edle si quiere remarcar algo, no duda y habla del trabajo editorial. “Trabajar con editores puede ser un desafío para el ego de cualquier escritor, porque implica dejar al descubierto todo lo que aún nos falta aprender”, dice y agradece el acompañamiento de Dúplex Casa Editora y, en particular, el de Marcos Escobar y Álvaro Astudillo.
