Un conflicto recurrente

A lo largo del año existen periodos en que recorrer las calles céntricas se hace, cuanto menos, complicado. Esto se debe a diferentes razones que llevan a quienes habitan el suelo tucumano a tener que acudir al centro por necesidad más que por placer. Una de las razones que hacen que esta zona sea excesivamente transitada tiene que ver con las fechas de mayor venta, entre las cuales encontramos las fiestas de fin de año y el inicio del periodo lectivo como las más representativas y caóticas. Como no puede ser de otra manera, en febrero ya se siente el aire escolar y no solo por los productos que ocupan la mayoría de las vidrieras.

Por estos días se vuelve a hacer presente una problemática que enfrenta unos trabajadores a otros: el conflicto de las ventas ambulantes. Por un lado se encuentran quienes mantienen sus comercios tratando de subsistir a los embistes tributarios y que buscan defenderse de lo que consideran una competencia desleal; por el otro están quienes reclaman por su derecho a trabajar y, ante la imposibilidad de hacer frente a los gastos de un local comercial, tienden su manta en las veredas y ofrecen lo que tiene mayor venta por estas fechas. Ambas partes sienten que sus reclamos son legítimos, pero ninguno de los dos encuentran respuestas satisfactorias por parte de las autoridades competentes.

Este conflicto se hizo sentir con fuerza durante los meses de diciembre y enero y, si no se consigue una pronta solución, no tardará en instalarse nuevamente. Por su parte, los vendedores ambulantes advierten que cumplieron con el compromiso de levantar sus puestos desde el 10 de enero. Carlos Robledo, representante del sector, en diálogo con "La Palta" aseveró que ya presentaron la solicitud correspondiente a las autoridades tanto provinciales como municipales y también ante la defensoría del pueblo. En estos momentos se encuentran a la espera de ser recibidos por los concejales de la ciudad, pero con la firme convicción de que, en caso de no ser atendidos, van a instalarse de todos modos.

Habrá que esperar entonces que en los próximos días se dé algún tipo de respuesta que permita trabajar sin enfrentamientos de los sectores involucrados, para que el centro tucumano no se convierta nuevamente en el campo de batalla donde se pierde más de lo que se gana. Encontrar una solución mediadora no es tarea fácil, pero la responsabilidad está en manos de quienes se comprometieron a trabajar por el bienestar de una sociedad que creyó en sus promesas o que al menos quiso creer.

Gabriela Cruz

gcruz@colectivolapalta.com.ar