La respuesta al silencio

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Un año pasó desde el trágico 22 de febrero que sacó a la luz las fallas de las políticas en el transporte público nacional. La desgracia que se cobró la vida de 52 personas dejó el sabor amargo de la bronca, la injusticia y la falta de respuestas por parte de los responsables. Tal como se adelantó en notas anteriores, el pasado viernes se realizaron actos en conmemoración al hecho. En la estación terminal de la línea Sarmiento de trenes, los familiares de las víctimas recordaron a sus seres queridos con profundo respeto después de que a las 8:32 h de la mañana, hora en que se produjo el choque del tren, se escuchó una sirena en memoria del acontecimiento. Además se presentaron flores y velas en honor a ellos, acompañados de aplausos que expresaban la desdicha, la tristeza y la fuerza para buscar la justicia.

Por la tarde, en la Plaza de Mayo, lugar elegido por muchos argentinos víctimas de la impunidad para exigir justicia, se convocaron nuevamente los familiares de las personas fallecidas y heridas junto con cientos de ciudadanos que se identificaron con la causa. “Este acto no es una victoria, este acto nunca debería haber existido” expresaron los padres de Lucas Menghini Rey, indignados por la falta de compromiso por parte del gobierno nacional, la falta de claridad y las demoras en el proceso que lleva al encuentro de los culpables.

En relación a esto, se hizo sentir el repudio de parte de los familiares hacia el aparato político, que desde hace un año evita el tema y muestra una incapacidad para hacerse cargo de lo que le corresponde. “Todos los integrantes del gobierno tienen alguna responsabilidad sobre lo sucedido. Por acción, por omisión, por haber dejado hacer, o haber callado, haber mirado para el otro lado o agachar la cabeza cuando se debió ser crítico” manifestaba la madre de Lucas Menghini Rey, víctima de la tragedia que fue hallado 57 horas después del accidente. María Luján Rey comentó que pase lo que pase, mantiene presentes las frases hirientes, fuera de lugar y de pésimo gusto que expresaron funcionarios del gobierno, asegurando que recuerdan lo dicho, los nombres y las caras de quienes lo dijeron. Por ello, los papás de Lucas decían “ante cada barbaridad pronunciada se reprodujeron quienes las aplaudían, por eso son todos partes de la muestra de miseria y olvido que hemos sufrido a lo largo de todo el año”. También hicieron alusión al mensaje de Cristina Fernández de Kirchner quien expresó “la vida es así, alegría y tristeza. A veces nos tocan momentos difíciles, y hay que salir adelante”. Los familiares se mostraron dolidos y consideraron “más hirientes que el propio silencio” las palabras de la Presidente de la Nación.

Lamentablemente esta tragedia se suma a lista de casos hijos de la impunidad. La diferencia, si que se puede buscar un punto y aparte, es que para estos tiempos el país ya no es novato en materia de masacres, tragedias y desapariciones. Hoy, el que preside la República Argentina debe ser consciente que la tardanza en dar respuestas justas a este tipo de desgracias representa una falta de respeto y cachetazo a los derechos de todos los argentinos que ya no están dispuestos a esperar 35 años por la justicia nunca más.

Javier Sadir

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