Presos por imposición social

Fotografía de Teerapun | Freedigitalphotos.net

Andar por la vía pública no es tarea sencilla. Menos aún cuando las calles, veredas y demás construcciones públicas se encuentran deterioradas o representan una amenaza para cualquier transeúnte. Menos cuando el transeúnte padece algún tipo de discapacidad.

Muchas rampas públicas se encuentran destruidas, varios ascensores para discapacitados no funcionan, ni hablar del estado de las veredas. ¿Puede un anciano hacer equilibrio entre una baldosa rota y un bastón que se apoya sobre un piso desnivelado? ¿Puede un ciclista subir por una rampa hecha pedazos y no caer en el intento? ¿Puede un cochecito de bebe andar sobre un pozo en el cordón sin que el niño no sienta el impacto? ¡Qué le queda al ciudadano que padece de problemas de visión o posee una discapacidad motriz!

"La mayoría de las ciudades del mundo no tomaron conciencia que las personas con discapacidad están presas", afirma Miguel Avellaneda, presidente de la fundación Yanasa Ayllú que promueve la inserción de ciudadanos con discapacidad, quien explica que las personas con discapacidad están presas en sus casas al no poder andar libremente por la vía pública puesto que esta no se encuentra apta para ello. "A veces las rampas están ocupadas por vehículos", comenta Miguel en referencia a las personas desaprensivas que no tienen en cuenta la importancia de estos elementos urbanos y agrega que "muchos locales comerciales cuentan con escalinatas en la entrada y no permiten que una persona con discapacidad entre; o los bares que a veces, por razones espaciales, tienen los baños muy al fondo o en la planta alta, siendo inaccesible para una persona que se desplaza con muletas". A esto se suman los pocos taxis o transportes públicos capacitados para trasladar sillas de ruedas, por ejemplo. Es necesario que se promuevan políticas públicas que tengan en cuenta estas problemáticas.

Desde al fundación Yanasa Ayllú se trabaja constantemente para visibilizar esta situación. Por ello se realizó un concurso fotográfico en el cual se pudo retratar a través del ojo de la cámara todas estas falencias urbanas que son indiferentes para la mayoría de los ciudadanos que recorren la vía pública. Además, desde las universidades se lleva a cabo el programa "Prodis" de discapacidad para concientizar y estudiar las problemáticas al respecto. "La educación es fundamental para que desde los primeros pasos entendamos que existe la diferencia, que existen personas que no tienen la misma vida que yo llevo, ni que hacen las mismas cosas, ni que piensan, ni que creen las mismas cosas, ni que sienten lo mismos, ni que tienen las misma posibilidades físicas que tiene cada uno", dice Miguel con respecto a la importancia de la educación para mejorar el desempeño de la sociedad en cuanto a estas situaciones.

Cabe destacar que la funcación Yanasa Ayllú busca y trabaja por conseguir la figura del defensor de las personas con discapacidad que bregue por la defensa de los derechos excluidos de estas personas. "Al modo que entendamos que la sociedad se enriquece por la diversidad", afirma Miguel, en relación a la importancia de reconocer a la diversidad como un elemento necesario para construir un mundo más inclusivo y justo. Un mundo en el que cualquiera pueda moverse libremente y no encontrarse preso por imposición social.

Javier Sadir

jsadir@colectivolapalta.com.ar