Cubrir en las calles en tiempos de represión
/Foto: Kaloian Santos Cabrera
Es 12 de marzo de 2025. Son las cinco de la tarde. Una marcha de jubilados y jubiladas se hace sentir frente al Congreso de Buenos Aires. La represión también se hace presente. Hay un pelotón de gendarmería con armas. Un fotoperiodista recibe un disparo en la cabeza: se trata de Pablo Grillo. Al mismo tiempo, otro fotoperiodista, con cámara en mano, documenta ese momento. Se trata de Kaloian Santos Cabrera quien, sin saberlo, capta una imagen clave.
Horas después, en la madrugada del 13 de marzo, en las redes circula el video del Mapa de la Policía que reconstruye el momento del ataque a Grillo. En su casa, Kaloian revisa las fotos del día anterior. Entre ellas, encuentra el primer plano de un gendarme disparando en línea recta, en dirección a Pablo. La imagen revela su identidad: el cabo Guerrero. Entre dudas y miedos, Kaloian decide compartir su foto y aportar a la investigación.
El 31 de marzo, luego de 13 años de trabajo, Kaloian fue despedido de la Secretaría de Cultura de la Nación.
Santos Cabrera es fotógrafo y periodista, nacido en Cuba. A sus 19 años, compró su primera cámara de rollo para retratar sus viajes. Ahí descubrió su amor por la fotografía y consideró necesario contar con más herramientas, por lo que se adentró en el mundo del periodismo.
“He vivido varias represiones en mis 15 años en Argentina, pero nunca viví un hecho donde la represión fuera cotidiana a la hora de cubrir una marcha como la que estamos viviendo. Eso es un grado de locura que no podemos naturalizar”, dice Kaloian. Desde que asumió Javier Milei, las agresiones y detenciones arbitrarias hacia trabajadores de prensa se hicieron presente en las calles, y continúan en aumento. A esto se suman los constantes insultos y amenazas por parte del presidente y funcionarios hacia medios y periodistas. Esta realidad lleva a que hoy les trabajadores inviertan en cascos y máscaras antigás para resguardarse de la represión policial.
“Todo esto implica que hay que cuidarse mucho más. Hay que entender que nosotros somos los que contamos la noticia, no somos la noticia. Hay que cuidarse para poder contar”, sostiene el fotoperiodista.
La libertad de expresión en peligro
Actualmente, Argentina se encuentra en el puesto 87 entre 180 países en el índice global de libertad de prensa de Reporteros Sin Fronteras. El informe señala una caída de 47 lugares, por segundo año consecutivo, bajo la gestión actual.
Foto: Kaloian Santos Cabrera
Uno de los episodios que evidencian este retroceso es la nueva resolución del Gobierno que limita la labor de periodistas en Casa Rosada. La misma implica, entre otras cuestiones, la autorización a la repregunta y la imposibilidad de ingresar a una conferencia de prensa una vez que haya comenzado. Además, contempla amonestaciones como la revocación de las acreditaciones a quienes no cumplan con los nuevos lineamientos.
Por otro lado, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) advirtió un “deterioro acelerado” de la libertad de expresión en el país durante el 2024, caracterizado por una baja tolerancia del Poder Ejecutivo. En este contexto, el Gobierno Nacional aprobó por decreto un nuevo estatuto de la Policía Federal Argentina (PFA). El reglamento habilita a agentes a actuar sin orden judicial en diferentes ámbitos, como detenciones ante circunstancias “que hagan presumir que alguien hubiese cometido o pudiere cometer un hecho delictivo”; la revisión de redes sociales y páginas web públicas; y la requisa de personas y sus pertenencias, todo ello a criterio del personal policial.
Salir a las calles, hacer memoria
“El fotoperiodismo tiene un rol clave en la sociedad y cuando hay un contexto de represión, aún más. Es lo que va a dejar testimonio y a su vez va a ir construyendo memoria. El periodismo y el fotoperiodismo dejan en evidencia ese pedazo de lo que se va a contar, de lo que está sucediendo, de lo que está aconteciendo”, dice Santos.
En los trabajos de Kaloian abundan las fotos de diferentes marchas, represiones policiales, y luchas históricas, como la de las Abuelas de Plaza de Mayo. Fotos que cuentan historias y muestran una parte de la realidad del país. Fotos con las que Kaloian busca interpelar y mostrar a la sociedad aquello que lo moviliza.
Para Santos, en la actualidad, la manera de hacer periodismo y fotoperiodismo cambió. Sin embargo, la esencia sigue intacta. “Es uno de los oficios más hermosos del mundo e implica mucha militancia. Más que nunca es importante salir a contar, salir a mostrar lo que sucede. Es fundamental poner el cuerpo, valorar por encima de todo nuestra profesión”, finaliza Kaloian.