Argentina, el reino del revés
/Una figura menudita se asoma tras los autos estacionados en el semáforo de Camino del Perú y Mate de Luna. En cada mano una bolsa, con más o menos doce limones cada una. El peso de las bolsas no debe estar muy lejos de su peso corporal, que entre prendas sueltas da indicios de que ese niño de pelo corto y mirada triste puede ser uno de ese millón que, según el último estudio de Unicef (el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, por sus siglas en inglés) se va a dormir sin cenar.
Dos autos más atrás, su mamá. Entre ofrecimiento y ofrecimiento mira velozmente buscando a su hijito. Su cara de preocupación y tristeza produce automáticamente un nudo en la garganta y en la panza. Una mamá que seguramente está pensando cómo resolver la cena, cómo llevar algo de dinero a casa y a quien no le queda otra que salir a vender limones en el semáforo con su hijo.
Mientras que la publicidad en las calles, en la televisión y en las redes muestran niñes felices, comprando juguetes impagables y comiendo alimentos poco aptos para personas de su edad. Mientras que muches festejaron el día de las niñeces, con fiestas, globos y peloteros, la cifra publicada por Unicef Argentina se eleva a un millón y medio si se incluyen aquellos que se saltean alguna comida durante el día. Estos datos fueron compartidos por la organización bajo el lema “El hambre no tiene final feliz”.
La(s) Otra(s) Cara(s) es un espacio de Psicólogas Perinatales que brinda información, asistencia y acompañamiento en todos los procesos que forman parte del periodo perinatal y la crianza. Junto a Natalia Linguori, psicóloga perinatal, comentan que existe un doble discurso que romantiza (algunas) infancias y reclama cuidados necesarios, mientras que en otros casos se mira para otro lado ante la vulneración de derechos básicos. Derechos como tener un techo, poder comer, jugar, acceder a servicios de salud y a una educación de calidad (que incluya Educación Sexual Integral).
Para ellas es fundamental escuchar a les niñes y tener en cuenta sus opiniones. Que tengan participación ciudadana, que se les considere y respete como protagonistas y hacedores de sus propias vivencias. Con el acompañamiento y el sostén de miradas amorosas y, por sobre todo, que no se les someta a ningún tipo de maltrato ni sean criminalizades.
Paola Urquizo, psicóloga y creadora de Familias Monomarentales Argentina, asegura que un alto porcentaje de esas infancias que saltean comidas, son parte de familias monomarentales. “Libradas al mercado machista y androcéntrico, muchas de esas infancias son sostenidas por madres que no dan más y el estado revictimiza, persigue a quienes reclaman sus derechos humanos”, afirma.
Fuera de las desalentadoras cifras de Unicef, con resabios de celebraciones por el día de las infancias, el avance de un nuevo debate por la baja de la edad de punibilidad es otro asunto que preocupa. Santiago Morales, sociólogo y educador popular, comenta: “asistimos a la perversidad del tiempo que nos toca vivir y particularmente de esto que con bastante precisión han llamado casta política”. Que se discutan más de diez proyectos de reforma penal juvenil para bajar la edad de punibilidad de 16 a 14, o de 16 a 13, como busca el Gobierno Nacional, es preocupante
“Tengan en cuenta que los datos son de difícil acceso. En 2022 el 99,55% de adolescentes de 12 a 17 años no estuvo involucrado de ninguna manera en procesos penales”. Este dato lleva a que Morales se pregunte: ¿Dónde tiene que estar la energía y el tiempo de trabajo de las diputadas y diputados, senadores y senadoras? ¿En bajar la edad de punibilidad o en sancionar otro tipo de leyes que atiendan las verdaderas prioridades?.
Desde el adultocentrismo se concibe que les niñes habitan esta etapa vital para pasar a otra “más relevante”. Se les atribuye una incompletud que subestima el presente y pone el foco en el futuro. Como afirma Chiqui González, abogada y escritora Rosarina: “la niñez es el tiempo donde tenés que, desde lo público, desde lo político, acumular infancia para que esa infancia sea resiliencia para toda la vida. La infancia no es la fabricación del futuro. Es la fabricación de sí misma como condición humana en todos sus aspectos: como origen, como base y como resistencia.”
Entonces, la pregunta es: ¿cuál es la posición de Argentinos y Argentinas ante estos atropellos a las niñeces?