De Benedetti, primera audiencia

El día martes 15 de abril inició, en la provincia de Tucumán, el octavo juicio por delitos de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura militar. En este juicio se juzga las responsabilidades en el asesinato de Osvaldo Sigfrido De Benedetti perpetrado el 21 de julio de 1978. Entre los imputados se encuentran Jorge Eduardo Gorleri, Alberto Carlos Lucena, Héctor Hugo Lorenzo Chilo, Jorge González Navarro, Ariel Orlando Valdiviezo y Camilo Ángel Colotti. Estaba previsto que los cinco primeros participarían del debate por videoconferencia. Gorleri y Lucena desde la Cámara Federal de Casación Penal (Buenos Aires), Chilo y González Navarro desde la Cámara Federal de Apelaciones de Córdoba, y Valdiviezo desde el Hospital Penitenciario de Ezeiza (Buenos Aires). Esto no fue del todo posible debido a que por un problema técnico no se pudo establecer el contacto con la provincia de Córdoba, razón por la cual los imputados que allí se encontraron no pudieron presenciar la audiencia. El tribunal definió que durante esta primera jornada solamente se leyeran las imputaciones y que el derecho a hacer uso la palabra, que estaba previsto se concretara entonces, quedara pendiente para el día jueves 24 cuando se reanude la audiencia.

La jornada empezó pasadas las 17 horas y contó con la presencia en la sala de Camilo Ángel Colotti; los defensores oficiales Adolfo Bertini, Vanessa Lucero, Martín Galiano y Manuel  Bonnin; los fiscales Leopoldo Peralta Palma y Gustavo Gimena; y los querellantes Pablo Gargiulo y Bernardo Lobo Bouggeau. Entre el público presente estuvieron los familiares de la víctima y varios militantes que acompañan la lucha por la verdad y la justicia sosteniendo las fotos de otras tantas personas secuestradas durante el terrorismo de Estado.

La historia de 'el Tordo'

Osvaldo Sigfrido De Benedetti era militante del PRT-ERP (Partido Revolucionario de los Trabajadores–Ejército Revolucionario del Pueblo). Fue detenido en el año 1974 y estuvo a disposición del Poder Ejecutivo Nacional, esto significa que su detención no fue clandestina como la de muchos otros detenidos secuestrados. Sin embargo también estuvo recluido en Centros Clandestinos de Detención (CCD) como el de La Rivera y el de La Perla donde fue torturado en los interrogatorios que allí se realizaban.

Hasta los primeros meses del año 1978, Osvaldo fue recorriendo diferentes cárceles de todo el país. A cada uno de esos destinos fue movilizado junto a quienes habían sido aprehendidos con él–testigos en la presente causa–y con quienes resultara encausado en un mismo proceso ante el Juzgado Federal de Tucumán. De este modo estuvo en el Penal de Rawson y luego fue trasladado a Córdoba. En esta provincia fue alojado el día 3 de febrero de 1978 en la Unidad Penitenciaria Nº 1 en calidad de rehén junto a otros detenidos. Lo que se pretendía era garantizar con la vida de estos ‘rehenes’ que el próximo viaje del General Jorge Rafael Videla (o de importantes autoridades nacionales) a la Fiesta Nacional del Trigo en la localidad de Leones (Córdoba) transcurriera sin contratiempos provocados por ataques o sabotajes de índole ‘subversiva’. Sobre ellos pesaba la amenaza de muerte si llegara a producirse algún atentado contra alguno de los Comandantes o de las autoridades durante su visita.

Según indican diferentes testimonios la estadía en la Unidad Penitenciaria n° 1 de la ciudad de Córdoba se vio interrumpida por diez días–entre el 10 y el 20 de abril de 1978–habiendo sido trasladados en primer lugar al CCD “La Rivera” y posteriormente a “La Perla”. Este traslado fue realizado para ocultar a los 'detenidos rehenes' de los miembros de La Cruz Roja Internacional que visitarían el Penal. El 20 de abril Osvaldo, junto a los otros detenidos, fue nuevamente trasladado al penal de Córdoba. Ya desde entonces el temor a ser asesinado estaba presente porque, durante los interrogatorios mientras estuvo en los CCD, supo que lo habían identificado como un dirigente destacado de la agrupación.

“Es recién entonces cuando advierten que Osvaldo Sigfrido De Benedetti era un importante miembro del PRT que había participado del intento de copamiento y extracción de armas del regimiento 17 de Catamarca en agosto del 74. Esta es la razón que en definitiva, a pesar que ‘el Tordo’ (como se lo conocía a Osvaldo) estaba como preso legalizado, lo sustraen del Servicio Penitenciario de Córdoba y del Servicio Penitenciario Federal y lo entregan al ejército aquí en Tucumán al regimiento 19 de infantería a cargo de Colotti y Valdiviezo que, alrededor del 21 de julio de 1978, lo fusilan en la zona de Caspichango”, explicó a La Palta el querellante Bernardo Lobo Bougeau.

En esta causa, conocida como ‘De Benedetti’, también estuvieron imputados Benjamín Menéndez y Jorge Rafael Videla. El primero fue separado debido a que afronta otros dos juicios más en Córdoba y en La Rioja; y Videla fue sobreseído tras haberse producido su muerte. Sin embargo las responsabilidades y las complicidades abarcan, aunque no se encuentre imputado en esta causa, al ex juez tucumano Manlio Martínez. “Esto prueba la maquinaria de muerte, la industrialización de la muerte en una persona que estaba no solo bajo custodia del Servicio Penitenciario Federal, sino de un juez federal como lo fue el ex juez Manlio Martínez”, sostuvo Lobo Bougeau, que además de ser querellante particular por parte de los hijos de la víctima lo es por la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación.

La audiencia se reanudará el día jueves 24 a las 9 horas con el tratamiento de las cuestiones preliminares y el comienzo de la producción de la prueba testimonial. Se espera que se extienda por cuatro jornadas más y que, en este nuevo juicio, se alcance la justicia negada por más de 30 años.

Gabriela Cruz

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