Hallazgo en Córdoba: el EAAF confirma restos compatibles con víctimas de La Perla

*Por Enfant Terrible

Foto: Sebastián Cáceres/Archivo Provincial de la Memoria y los Espacios para la Memoria de Córdoba.

Cuando el negacionismo es política oficial y algunas familias sitúan a los criminales de lesa humanidad como víctimas en la histórica Plaza de Mayo, la verdad emerge. Contra viento y marea, aparece.

Luego de 68 días de un arduo trabajo de excavaciones, el reconocido Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) confirmó el hallazgo de restos humanos compatibles con víctimas del terrorismo de Estado, ratificando décadas de testimonios sobre enterramientos clandestinos en el sitio Loma del Torito.

Los restos, en su mayoría pequeñas partes, serán sometidos a un riguroso proceso de datación y análisis genético para obtener el ADN. Este paso crucial busca brindar certezas a las familias y cerrar el duelo inconcluso, una de las “secuelas más perversas” de la dictadura, según expresó ante la prensa el juez federal Miguel Hugo Vaca Narvaja, a cargo de la causa.

La Perla fue uno de los centros de tortura y exterminio más grandes y brutales del país, operando desde 1976 hasta 1978 y por donde se estima que pasaron entre 600 y 2.500 personas.

El expediente judicial que impulsó esta búsqueda se inició en 1998, a partir de una presentación realizada por el Premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel, la abogada María Elba Martínez y el periodista Horacio Verbitzky. En abril pasado, 26 familias de desaparecidos se constituyeron como querellantes en el expediente.

“Nosotros seguiremos andando por las lomas que haga falta. Y en breve se sumarán a la querella más familiares que ya están participando en las tareas de nuestro colectivo”, expresaron en un comunicado las familias querellantes.

Esta fue la campaña número 12 del EAAF en la inmensidad serrana, pero la más significativa hasta ahora. Se concentró en el 60 por ciento de una fracción de 10 hectáreas, donde se cavaron cerca de 10 kilómetros lineales de trincheras. Tras la excavación mecánica con maquinaria pesada, la tierra extraída fue tamizada y revisada manualmente por un equipo de 14 profesionales.

La principal hipótesis de la Justicia sobre los restos hallados, que no corresponden a cuerpos completos, se basa en dos testimonios clave obtenidos durante los juicios de La Perla. Estos indican que hubo enterramientos en la Loma del Torito y, más importante aún, que a comienzos de 1979 los militares realizaron una gran operación de remoción de cadáveres ante la llegada de la Cruz Roja al país. En los juicios, un represor incluso mencionó que unos 200 efectivos habrían participado en limpiar la zona de los entierros. También se sospecha que los restos podrían haber sido removidos una segunda vez ante la llegada de la CIDH.

Foto Sebastián Cáceres/Archivo Provincial de la Memoria y los Espacios para la Memoria de Córdoba.

Para la delimitación precisa del área de búsqueda, el EAAF sumó tecnología Lidar y el cotejo de dos fotografías de 1979 que mostraron alteraciones del terreno. La Justicia sospecha que en ese momento se intentaron remover los cuerpos que ya estaban enterrados clandestinamente. El trabajo en terreno fue asistido por Guillermo Sagripanti, del Departamento de Geología de la Universidad Nacional de Río Cuarto.

El éxito de la campaña 2025 se debe a una labor colectiva y al aporte de múltiples entidades, incluyendo la Justicia Federal, el Gobierno de Córdoba, la Municipalidad y el Tribunal Superior de Justicia.

Durante el acto final, se destacó la colaboración activa del Ejército Argentino, un hecho inusual hasta entonces. “En otras ocasiones, el Ejército no obstruía; en esta ocasión podemos decir que el Ejército colaboró activamente”, señaló Anahí Ginarte del EAAF.

Con el fin de esta etapa, la investigación ahora se traslada al Laboratorio. El secretario del Juzgado, Miguel Ceballos, indicó que la etapa crucial de datación y análisis de ADN comienza de inmediato. Para el proceso de identificación posterior, es fundamental que se realicen y actualicen los datos genéticos de las familias que buscan a sus seres queridos.

“Hemos recorrido muchos caminos, no ha sido nada fácil. Los hijos de quienes están en esas tierras hemos crecido con muchísimo orgullo y con dificultades también. Nuestros hijos, los nietos de quienes están en esas tierras, tienen huecos en su propia historia porque sus abuelos están aún desaparecidos. El daño ha sido inconmensurable, no solo a los desaparecidos, también a las familias y generaciones por venir”, comentaron las familias integrantes de la querella.

Te puede interesar: