El juicio por el intento de homicidio de Franco Almirón llega a su instancia final

Foto: Constanza Celeste Antonio | La Palta

El pasado jueves, el Ministerio Público Fiscal (MPF), las querellas y las defensas expusieron sus alegatos finales en el juicio por el intento de homicidio de Franco Almirón, ocurrido el 29 de agosto de 2024. Ese día, el joven de 31 años recibió un disparo a quemarropa por parte de la Policía de Tucumán. Hoy la causa tiene como imputados a Nicolás Medina Quintana, por el delito de homicidio agravado en grado de tentativa, y a Héctor Luis Lobo, por encubrimiento agravado. 

El día del hecho, Francose encontraba sentado junto a dos amigos en una gruta por la calle Martin Berho al 2000. En ese momento, tres efectivos del Grupo Especializado de Apoyo Motorizado (GEAM) irrumpieron en el lugar en dos motos. “Nos empezaron a tirar piedras y para resguardarnos hacemos dos disparos disuasivos y nos vamos”, dijeron ambos imputados en sus declaraciones sobre el día del hecho. También sostuvieron en reiteradas oportunidades que no vieron ni heridos, ni sangre. “Hay huellas de este hecho en el banco, en la pared. Estando a dos metros no vieron a ninguna persona herida. Semejante herida con impresionante cantidad de sangre. Las dos declaraciones fueron totalmente inverosímiles”, dijo el fiscal Carlos Sale en sus alegatos. 

Por parte de la defensa se presentó una pericia balística, que arrojó como conclusión que el disparo contra Franco fue indirecto. Tanto para la fiscalía como para las querellas este informe carece de rigor y profesionalismo, ya que para realizar las pruebas no se tuvo en cuenta elementos como la distancia entre Almirón y Medina Quintana. Durante el juicio, testigos e imputados manifestaron que se encontraban a dos metros. La pericia se realizó tomando como referencia cinco metros de distancia. 

La fiscalía alegó que el informe tampoco contempló la estatura del imputado. “En la pericia vemos a un hombre de 1.80 haciendo un ademán y disparando a una cartulina. Una persona de 1.80 hace un disparo y no es lo mismo que lo haga una persona mucho más baja. Los resultados son diferentes”, sostuvo el fiscal. 

Para el Ministerio Público Fiscal no quedaron dudas de que Medina Quintana disparó directamente al rostro de Almirón. En las audiencias declararon diferentes testigos presenciales del hecho. Todos coincidieron en que ese 29 de agosto, Medina Quintana bajó de una de las motos, dio la orden de ‘levanten las manos’ y disparó. Además, en una de las pericias realizadas al celular del imputado se recuperó un mensaje que decía: ‘Sí, yo le disparé’. 

“Este no es un caso de mera negligencia, las pruebas presentadas por el MPF revelaron un patrón de conducta que se vuelve más habitual en esta provincia. La fuerza policial actúa con pleno conocimiento de la peligrosidad de sus actos”, alegó el abogado querellante Ginés Araez. A causa del disparo, Franco pasó 22 días internado en estado crítico. Perdió un ojo y sufrió una disminución severa de la visión en el otro. Para la querella esto prueba que no se trató de un disparo disuasivo, sino que fue con la clara intención de causar daño. 

Por su parte, la querella institucional representada por la organización Abogados y abogadas en Derechos Humanos y Estudios Sociales (Andhes) afirmó que no existió una agresión previa por parte de Almirón ni de sus amigos. “Siete de los testigos presenciales declararon y sólo uno refirió que hubo una agresión por parte de alguien. Y ese es Medina Quintana”, dijo el abogado Emilio Guagnini, en representación de Andhes. Además, los profesionales que realizaron la pericia del lugar confirmaron que no se hallaron ni vidrios ni piedras. 

Pedidos de pena 

Foto: Constanza Celeste Antonio | La Palta

Tanto la fiscalía como las querellas solicitaron 13 años de prisión para Nicolás Medina Quintana por el delito de homicidio agravado en grado de tentativa. Para Héctor Luis Lobo pidieron dos años de prisión condicional por encubrimiento agravado y tres años de inhabilitación. Por otro lado, la querella individual solicitó una reparación económica por parte del Gobierno de la Provincia. Además, desde Andhes emitieron una serie de recomendaciones al Poder Ejecutivo para mejorar las prácticas de las fuerzas de seguridad. 

En tanto, las partes defensoras solicitaron la absolución de los imputados. 

“Esta policía que dispara primero y pregunta después o que ni siquiera pregunta, lejos está de representar un normal servicio. Este juicio es más que la condena de los acusados es la oportunidad de sentar un precedente firme. La omisión, la falsedad, la brutalidad quedaron expuestas”, afirmó Ginés. Luego de dos semanas de audiencias, hoy se conocerá la sentencia en Tribunales Penales (calle España 430).