Baja de la edad de imputabilidad: más castigo y menos soluciones
/Foto: Ignacio López Isasmendi | |la palta
Este martes el proyecto de ley para reformar el Régimen Penal Juvenil obtuvo dictamen en la Cámara de Diputados. El mismo fue impulsado por la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich y recibió el respaldo de bloques como el PRO y la UCR. Esta reforma pretende bajar la edad de imputabilidad a 14 años.
La edad de imputabilidad se refiere a la edad en la que una persona puede ser juzgada por la Justicia. En Argentina actualmente es de 16 años, establecida por el Régimen Penal de Minoridad en 1980, durante la última dictadura militar. Sin embargo, les adolescentes de entre 16 y 18 años no son juzgados bajo el mismo sistema que los adultos: solo son punibles aquellos que cometan delitos con penas mayores a dos años, como los homicidios dolosos. A partir de los 18 años, recién pueden cumplir sus penas en la cárcel. Mientras tanto, pueden estar privados de su libertad en institutos especializados.
Este proyecto de ley es defendido con el argumento de disminuir la tasa de delitos y resolver el problema de la inseguridad. Sin embargo, según un relevamiento nacional de la Secretaría de Estado de Niñez, Adolescencia y Familia (SENAyF), en el primer semestre de 2023, de la totalidad de adolescentes en conflicto con la ley penal solo el 1,1% son menores de 16 años, mientras que aquellos que cometieron delitos graves representan solo el 0,4% del total, es decir, la incidencia en la inseguridad de les adolescentes menores a 16 años es prácticamente nula.
Por otro lado, según la Base General de Datos de la Corte Suprema de Justicia de la Nación de 2023, el 82% de los delitos cometidos por niños, niñas y adolescentes corresponden a delitos contra la propiedad, mientras que solo el 1,4% son delitos contra las personas.
El relevamiento de la SENAyF también revela que entre 2015 y 2023 hubo una disminución de la población penal juvenil, pasando de 7169 de niños, niñas y adolescentes a 4156. Esto contradice la percepción del Gobierno Nacional sobre un supuesto aumento de la criminalidad juvenil.
“En nombre de mejorar la ciudadanía para que haya menos delitos, lo que esto propone no es otra cosa más que profundizar en los mecanismos punitivos y de castigo para resolver los conflictos sociales”, reflexiona el psicólogo Federico Gómez Moreno en esta nota. Contra el punitivismo, defiende la idea de construir nuevas narrativas y pensar a las adolescencias desde un paradigma de cuidado.