(L)a (C)areta de la (D)esigualdad

Con el lema “LCD para todos” la Presidencia de la Nación Argentina lanzó un nuevo plan cuyo objetivo es romper con las brechas digitales caracterizadas por la desigualdad de los ciudadanos con respecto al acceso a los dispositivos tecnológicos que se ven involucrados en lo comunicacional mediático digital. Además, se busca incentivar la producción local de televisores en Tierra del Fuego y fomentar la industria de los contenidos de TV digital abierta. Todo muy bonito. Pero ahora el planteo: ¿Cuánto de cierto hay en ese discurso? ¿El plan realmente tiene ese objetivo?

Hilando más fino, el problema evidentemente está en el límite entre realidad y ficción. Es cierto que las brechas digitales son cada vez más profundas. También es cierto que es importante impulsar la industria nacional. Ahora bien, el acceso a un bien de lujo, ¿asegura realmente la igualdad tecnológica, informativa y comunicacional?

Si esto fuera suficiente, ¿por qué no impulsar el plan “heladeras para todos” y así permitir una alimentación igualitaria? Claro que no, tener la heladera no es suficiente si no hay con qué llenarla. En este caso pasa lo mismo.

Un bien de lujo no asegura la igualdad, ni siquiera la vislumbra. Aunque sí consigue despertar la sensación de placer y bienestar en el poseedor, de una manera tan mágica que hipnotiza la razón y ciega la inteligencia. Una buena oportunidad para que los dominantes se pongan las máscaras de la igualdad frente a los dominados.

Todo demuestra que una vez más se intenta poner bajo la alfombra la mugre, haciendo creer que el ambiente está limpio. Distraer, hacer olvidar, conseguir la adhesión: la fórmula. Tapar, disfrazar y ocultar: la careta. Una respuesta coherente: “¡Son las elecciones, estúpido!”.

Javier Sadir

jsadir@colectivolapalta.com.ar