La Base Riarte se hace escuchar
/La lucha de los pueblos originarios de Tucumán sigue cuesta arriba. Ahora no solo deben enfrentarse a los terratenientes que, en complicidad con autoridades provinciales, intentan desalojarlos de aquellos territorios que por ley les pertenece. También, en el caso de la comunidad Indio Colalao – Base Riarte, deben luchar para que sus niños puedan acceder a una educación primaria y gratuita dentro del territorio de la provincia. La comunidad, que se ubica en el límite con la provincia de Salta, desde hace algunos años viene sufriendo el hostigamiento por parte de un privado, conocido como Fredy Moreno Núñez Vela. Tal como se había tratado en notas anteriores, el terrateniente cortó el único camino transitable hacia el lugar, impidiendo que los habitantes circulen libremente. Asimismo, durante la última semana el problema se agravó debido a que Moreno intentó ingresar a la fuerza, junto a la policía de Trancas, al predio.
No obstante, este no es el único problema que presenta el pueblo. En el año 1996 la escuela Nº 31, que brindaba educación primaria a los niños indígenas, fue cerrada sin explicación alguna, rompiendo uno de los derechos más importantes del niño: el acceso a la educación. La comunidad presentó en el año 2005 un pedido de reapertura de la escuela en el Ministerio de Educación de Tucumán. Aun así, el local escolar sigue cerrado y tal como manifestó la cacique de la comunidad, María Lilia Delgado, los niños deben recorrer más de 14 kilómetros para ir a clases en la provincia de Salta.
En los últimos días, la representante de la comunidad mantuvo por primera vez una reunión con la ministra de Educación Silvia Rojkés de Temkin, quien se comprometió a tomar cartas en el asunto y dar una solución definitiva al problema.
El cumplimiento de los derechos en una sociedad forma un pilar fundamental en su constitución. Más allá de la promulgación de leyes y reglamentos que promuevan su respeto, un avance notorio y destacable en una lucha, es necesario que las medidas no queden dormidas en un papel y guardadas en un cajón, en medio de la oscuridad, en el discurso de aquellas personas que, políticamente, tratan el tema pero a la hora de implantarlas pareciera importar más la amistad que el sufrimiento del pueblo.
Exequiel Reinoso
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