Salud y ecología en la feria

Fotografía de Javier Sadir | Colectivo La Palta

Una alimentación saludable con frutas y verduras orgánicas es posible. Desde el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria se desarrolla el proyecto Pro-Huerta, donde cientos de personas se convierten en huerteros con la intención de autoproducir alimentos frescos. Así, a lo largo y ancho de Argentina, el programa involucra alrededor de 624 mil huertas, 130 mil granjas y 3,4 millones de personas. Además, desde hace 10 años, Pro-Huerta forma parte del Plan Nacional de Seguridad Alimentaria (PNSA). Esto tiene que ver con las ventajas de consumir alimentos orgánicos, puesto que los mismos respetan la biodiversidad y evitan la contaminación de la tierra con fertilizantes y productos químicos con altos componentes tóxicos. Así, resulta más seguro conocer lo que se come y omitir el ingreso de agroquímicos que puedan afectar la salud.

En relación a todo lo anterior, el programa Pro-Huerta del INTA está dirigido en especial a todas aquellas personas en condición de pobreza que deseen consumir productos saludables y cosechados por ellas mismas.

Sin embargo, esta tarea siempre deja excedentes. Por ello, con el motivo de compartir y evitar perdidas, los segundos sábados de cada mes en el club Tucumán Central se lleva a cabo la Feria de Huerteros. La misma permite que los alimentos generados  no sean exclusivos para el consumo de quienes los producen. De esta manera se exhiben los productos para la venta a precios muy moderados. Frutas de estación, verduras frescas, plantas de época y hasta comidas regionales pueden encontrarse en esta saludable feria. "Hace cuatro años que vengo trabajando en la feria y estoy muy contento" expresa Benito Lescano, quien comenzó siendo promotor del INTA y ahora vende los tamales que elabora junto con su mujer Graciela en la Feria de Huerteros.

Entre las cualidades que más resaltan se encuentra la limpieza  el orden y la atención de los huerteros. El lugar cuenta con secciones prolijamente ubicadas para separar la frutas de las verduras, los artesanos de los cocineros, los adultos de los niños. "La feria es estupenda, la organización y todo lo que pude ver. Todas las cosas naturales. Realmente quedé maravillada" expresa Susana Rey, clienta de la feria, a La Palta.

Una feria que contribuye a los huerteros, a la salud y, no menos importante, a la ecología. En un período donde la tierra es tan vulnerada y los grandes capitales se apoderan de la riqueza de la pacha mama es importante revalorizar este tipo de actividades donde se desarrollan alimentos que acarician el suelo.

Javier Sadir

jsadir@colectivolapalta.com.ar