Tiempos de injusticia

Fotografía de Bruno Cerimele

¿Alguna vez se preguntaron qué es el tiempo? ¿Esa dimensión física que apura, que marca un ritmo, estanca y a veces deja inmóviles momentos, causas y sucesos? El tiempo cansa, presiona, desgasta y mantiene firme. El tiempo lo es todo, o así lo es para la comunidad indígena de Chuschagasta, a la que el tiempo de la Justicia le dejó un sabor amargo que se concentra cada día que no hay justicia por el asesinato del comunero Javier Chocobar.

“Hoy estamos y mañana no sabemos”, suelen decir las abuelas para graficar la incertidumbre que conlleva el tiempo. Incertidumbre que hoy sienten los hijos de Chocobar cuando les preguntan cuándo tendrá fecha el juicio oral por la muerte de su papá. Desde hace un año, los abogados de Andhes —Abogados y abogadas del NOA en derechos humanos y estudios sociales— tratan de que esto se concrete de una vez, pero la Justicia siempre encuentra la excusa perfecta para evitarlo. María Belén Leguizamón, letrada que lleva adelante la causa, explicó que judicialmente todo sigue igual que el año pasado. “Solo falta que llamen a prueba y fijen la fecha del juicio oral. Lo que vino pasando hasta esta parte es que corrieron el traslado de las demandas civiles, que habían quedado pendientes porque la Cámara estaba resolviendo los recursos que la defensa presentaba, los cuales llegaron hasta la Corte y se fue dilatando el proceso”, contó la abogada.

En el 2017 se cumplen 8 años del día en el que Javier fue asesinado mientras defendía su territorio, por lo que están imputados el terrateniente Darío Amín y los dos ex policías Humberto 'el niño' Gómez y José Valdivieso. Aquel 12 de octubre del 2009 estas personas llegaron al territorio comunitario y dispararon con armas de fuego contra una comunidad que defendía lo suyo de forma pacífica. El tiempo fue testigo del asesinato y hasta hoy no da la cara, igual que el tribunal que entiende la causa y está integrado por los jueces Wendy Kassar, Emilio Páez de la Torre y Néstor Rafael Macoritto.

“El año pasado presentamos un escrito solicitando que se fije la fecha del debate, aunque sea una fecha estimativa para que contemos con un tiempo concreto para empezar a trabajar, especialmente con la comunidad. El tema es que ahora tienen que responder la cuestión civil y lo ideal sería que nos abran a prueba y respondan la fecha del debate. Ellos pueden casar todo en un mismo decreto”, sostuvo María Belén, quien sabe que las estrategias dilatorias tienen al tiempo como su mejor aliado. El equipo de abogados espera que el tribunal responda en los próximos días el pedido de presentación de pruebas, instancia en la que la participación de la comunidad es fundamental. “Hay que trabajar mucho, principalmente con la comunidad porque ellos fueron las víctimas y estuvieron en el lugar. Serán las pruebas más válidas en el proceso, sumado a las pruebas técnicas”, explicó.

La comunidad de Chuschagasta hoy cuenta no solo con el respaldo de Andhes, sino también de varias organizaciones tucumanas que integran la mesa de apoyo a la causa. Desde el 2016 vienen trabajando en conjunto para visibilizar lo que ocurrió y exigir a la Justicia una respuesta urgente. “La comunidad está un poco cansada, no solo porque pasaron siete años sin respuestas, sino que pasaron siete años exigiendo, en movilización. Pero siempre manteniendo la esperanza de que el debate sea ya, aunque el tribunal siempre tiene una excusa para dilatarlo cuando parece que todo se va resolver”, apuntó la abogada querellante.

Los augurios para que el 2017 sea un año clave en la causa son muchos. Judicialmente está lista para que se definan las próximas instancias y finalmente llegue justicia para la comunidad indígena, que desde hace más de 7 años se mantiene en lucha.