Trabajar entre ratas donde se debería restituir derechos

Foto de ate (Asociación de trabajadores del estado)

Trabajadoras y trabajadores de la Dirección de Niñez, Adolescencia y Familia (Dinayf) -dependiente del Ministerio de Desarrollo Social- se encuentran nuevamente en plan de lucha por las condiciones laborales. “Lamentamos que la Ministra de Desarrollo Social, Lorena Málaga, no tenga respuestas concretas para un área tan sensible en su Ministerio, como tampoco las tuvo el Ministro anterior, Gabriel Yedlin”, señala Doris Mansilla, que junto a Lourdes Vaca y Marcelo Nader se desempeñan como delegados de la Asociación de Trabajadores del Estado - Dinayf (ATE).

Cuando Mansilla habla de la falta de respuestas del ex ministro, se refiere a los históricos reclamos del sector en los que se denuncia desde los derechos laborales incumplidos hasta la falta de recursos y las condiciones edilicias y mobiliarias de las que disponen para realizar un trabajo extremadamente sensible. “Somos una institución que trabaja en la restitución de derechos. Aquí traemos niñas y niños que vienen de una realidad durísima, de una profunda vulnerabilidad socioeconómica. Aquí, donde no hay espacio. Los consultorios son una vergüenza. Los rompecabezas no tienen las fichas completas” comentaban dos trabajadoras en una nota publicada en 2021. Dos años después, esas condiciones no solo no cambiaron, sino que son cada vez peores. “Está lleno de ratas, falta de agua, las conexiones eléctricas son un peligro, la entrada y parte del edificio están en muy mal estado”, señala la delegada.

En 2021, las condiciones en las que se encontraba la Dinayf tomaron estado público por la judicialización de una trabajadora que terminó publicando en sus redes sociales el caso por el que estaba siendo perseguida. “En enero de 2020, una niñita sufrió maltrato infantil por parte de sus guardadores, quienes habían sido designados por la justicia como tales. Me angustié como todos ante estos hechos aberrantes. Pensé: ¿qué podría haber hecho por ella? ¿Qué podrían haber hecho por ella la justicia, la municipalidad, el Estado? ¿Dónde estaba el sistema de protección integral? Pero la Justicia no tardó en responder y me dijo: ¡fuiste vos la culpable!”, había posteado la psicóloga que finalmente fue sobreseída.

En aquel momento, aparecieron algunas promesas que mantuvieron las esperanzas de mejora durante todo el año pasado. “Hasta diciembre de 2022 teníamos unos 18 mil casos de niños, niñas y adolescentes en riesgo y poco personal. Si bien el año pasado, también mediante un conflicto, entró personal en planta, paralelo se dio una fuga de más de 50 profesionales, entre renuncias, pases, licencias psiquiátricas. Además, logramos abrir una mesa de diálogo con la Ministra de Gobierno, Carolina Vargas Aignasse, fue la única funcionaria de peso que nos recibió para escucharnos. Luego de debates y fundamentos logramos que se firme el decreto que nos otorga una sobreasignación, pero lamentablemente aún no la podemos cobrar por demoras técnicas”, explican Mansilla, Vaca y Nader.

Esta semana, después de empezar nuevamente con los reclamos y el inicio de los paros, fueron llamados a reunión, por lo que las medidas de fuerza pasaron a cuarto intermedio hasta el 7 de junio. Ayer, miércoles 31, las representantes tuvieron una reunión con las autoridades en la que obtuvieron como única respuesta la renovación de cuatro contratos que se vencían hoy. “Seguimos en asamblea permanente y resaltamos la organización y la motivación constante de las y los trabajadores del sector, la representación siempre de ATE. Continuamos en alerta”, advierten las trabajadoras y trabajadores que esperan obtener respuestas a la altura del reclamo.