Bombuchas
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“Las chicas sufríamos mucho esa forma particular de carnaval en la ciudad, porque era la fiesta de otros”.
Read MorePero al fin, si es amor…
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“No creo en los amores imposibles. Lo que ocurre a veces es que se vuelven poco probables”.
Read MoreLa escalera del mal
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Con algunos amigos que vivimos lejos le llamamos “la escalera del mal”. No conocemos otro aeropuerto en donde la frontera entre irse y quedarse esté tan marcada, dice Ana Jeger en este limón y sal sobre irse lejos.
Read MoreQuerido diario
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¿Quién no escribió alguna vez, cuando era niña, su mayor secreto en un cuadernito ilustrado con imágenes de estrellas y hojas amarillas?
Read MoreBanda de sonido: sueño con serpientes
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"Será que somos muchos los hijos malcriados de esta Historia que, convencidos de que el mundo solo camina hacia adelante, nos creímos que el regreso de la serpiente era imposible", dice Elías Cura en este relato que habla de resistencias imprescindibles.
Read MoreBanda de sonido: El cerro, el mundo y la libertad
/Es la primera vez en años que escucho “La rueda mágica”, de Fito Páez. Está hermosa como siempre. Todo lo demás ha cambiado.
Read MoreBanda de sonido: la vida urgente
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Ser adolescente en los dos mil en Argentina, rodearse de amigas, fumar, tocar la guitarra y querer componer el mundo. Todo eso resume esta canción para Ana Jeger.
Read MoreBanda de sonido: La tristeza y el huracán
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Banda de sonido son textos que relatan un momento de la vida de alguien atado a una canción cualquiera, más o menos conocida, en cualquier idioma, de cualquier lugar. Ana Jeger cuenta su experiencia con la canción “Entretanto” de Mart'nália Ferreira y deja fluir los sentimientos que le genera este temazo en portugués
Read MoreVida en mundiales
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El 29 de junio de 1986 yo tenía casi dos meses. No sabía en dónde vivía ni mi nombre, pero el hecho de haber vivido ese día puntual - y los que le precedieron desde principios de ese mes- es, creo, el único motivo de verdadera envidia de mi hermano hacia mí.
Read MoreBolsillos
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La última vez que me importó el contenido de un bolsillo fue cuando una persona que quería puso su mano dentro de uno de los bolsillos de mi campera, un invierno de esos que deshacen los huesos. Eran esos momentos de la vida -mía- en que nada parece más poético que llevar en el bolsillo la mano de alguien envuelta en la nuestra.
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