Día del Pago Igualitario: una brecha salarial que persiste

Foto: Marianela Jerez | la palta

“El feminismo enarbola la bandera de la brecha salarial de género, pero cuando uno mira los datos se hace evidente que no hay desigualdad en una misma tarea” se escuchó decir a Javier Milei en su discurso en Davos a principio de año. Sin embargo, los números dan cuenta de otra realidad: una en la que las mujeres deben trabajar un año y tres meses más para igualar el salario que un varón obtiene en un solo año. 

La brecha salarial de género se trata de una problemática que afecta históricamente a mujeres y diversidades. La misma surge al dividir la diferencia entre el salario de mujeres y varones con el salario de estos últimos. Actualmente, en el país las mujeres ganan en promedio un 27,7% menos que los hombres, según el informe de Ecofeminita elaborado en base a los datos del tercer trimestre del 2024 de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) del INDEC. 

“En Tucumán la desigualdad en los ingresos laborales también es muy marcada y se evidencia más en los cargos jerárquicos que son de difícil acceso para nosotras”, sostiene Gabriela Aguirre, abogada femisnista, militante y dirigente sindical de la Central Trabajadores y trabajadoras de la Argentina (CTA). Esta dificultad al acceso de puestos jerárquicos es conocido como “techo de cristal” y se trata de uno de los factores que profundizan la brecha. Como consecuencia, las mujeres quedan excluidas de los espacios donde se toman decisiones y se definen escalas salariales, lo que impide mejoras significativas en sus ingresos. 

Otro de los factores determinantes es el trabajo doméstico y de cuidado no remunerado. Este es realizado por el 92% de las mujeres, frente al 75% de los varones, según los últimos datos del INDEC en el 2021. “La mujer debe agregar el tiempo dedicado a las tareas de cuidado y del hogar, lo que implica menos horas de trabajo remunerado”, explica Gabriela. Según este mismo informe, las mujeres dedican alrededor de seis horas a las tareas del hogar, mientras que los hombres solo la mitad. 

“A esta altura existe una demanda diferenciada del trabajo entre hombres y mujeres que impacta de lleno en la brecha salarial. Los trabajos aún hoy se encuentran estereotipados y las actividades feminizadas reciben salarios más bajos en promedio”, dice Aguirre. A esto se lo conoce como segregación horizontal o división sexual del trabajo. En Argentina, las mujeres representan el 97% en los trabajos domésticos remunerados - sector que en el último año perdió alrededor de 15.000 puestos de trabajadoras-, el 73% en el sector de la enseñanza y el 69% en los servicios sociales y de salud. 

“La inequidad de género en el mundo laboral existe. Más allá de la resignificación de todos los derechos conquistados y nuestro avance en diferentes campos, incluido el del trabajo,  la sociedad todavía no internaliza la corresponsabilidad en la gestión del hogar”, sostiene la abogada. Y advierte que “los desafíos a enfrentar son muchos. Para reducir las desigualdades socio-económicas en esta nueva sociedad tecnologizada, equilibrar la balanza en las tareas de cuidados es un paso fundamental”. 

En un contexto donde el Gobierno Nacional niega la existencia de esta problemática y aplica recortes en políticas de género, Aguirre remarca el rol clave del Estado para lograr la incorporación plena de las mujeres al mercado laboral y la construcción de una sociedad más justa.