Osvaldo fue detenido el 28 de mayo de 1976, en Jujuy por el Comisario de El Talar, en el Ingenio Ledesma. Fue trasladado, primeramente, a la localidad de Yuto y luego a la penitenciaría de la ciudad de San Salvador de Jujuy. En esta unidad ingresó junto al Doctor Jorge Turk. De este lugar fue sacado esa misma noche por personal del Ejército, quien lo habría trasladado a Tucumán para interrogarlo, junto a las maestras jujeñas Dominga Álvarez de Esculta y Alicia Ranzoni, un profesor de dibujo de apellido Lara y Jorge Turk.

Sus amigos y conocidos lo conocían por el apodo de “Manguelo”, tenía 35 años y se domiciliaba en calle Constitución al 300, en la localidad de Tafí Viejo. Trabajaba en los talleres ferroviarios y tenía una carpintería en esa misma ciudad. Estaba casado y tenía dos hijas.

Lucho fue llevado al Centro Clandestino de Detención (CCD) que funcionaba en el Arsenal Miguel de Azcuénaga. Allí fue visto e identificado entre los detenidos clandestinos por Matilde Palmieri de Cerviño y otros detenidos sobrevivientes. Luego de permanecer mucho tiempo en este CCD se le permitió circular sin vendas en los ojos. Fue obligado a colaborar con los guardias en el reparto de comida y la limpieza de los sanitarios. Testimonios dan cuenta que fue asesinado en uno de los fusilamientos organizados e iniciados por Antonio Domingo Bussi en mayo de 1977.

Alejandro era abogado y vivía en la ciudad de Concepción. El 1 de noviembre de 1976 fue detenido en su domicilio en la ciudad de Concepción, por dos sujetos que irrumpieron violentamente de fuego. Alejandro Alderete Soria fue dejado en libertad el 28 de noviembre de 1976.